Perros de rescate y salvamento

 

Todos los integrantes de los grupos de rescate y salvamento canino son totalmente altruistas, es decir, todo lo que hacen lo realizan por afán de ayuda y dedicación a la vida humana sin recibir compensación alguna, excepto la que reconforta sus corazones dedicados al servicio. Para poder mantener estos equipos disponen de subvenciones estatales o autonómicas para ayuda de la compra del material necesario, mantenimiento de los perros, desplazamientos de operaciones etc.
Tras pertenecer a un grupo de rescate y salvamento canino, solo he de decir que es admirable la dedicación y entrega de los guías y sus perros.
Los grupos de rescate y salvamento realizan sus operaciones en todo tipo de situaciones: rescate en nieve, montaña, ríos... sin olvidar operaciones especiales ante derrumbamientos, incendios... y todo ello con un único objetivo por parte del guía y su compañero canino: “salvar vidas humanas”.
Aquí nos encontramos con los verdaderos “héroes”, nuestros amigos los perros, los cuales no deben poseer ninguna raza determinada, pero sí características especiales para este tipo de servicio:
Intensidad: en la conducta realizada, lo que popularmente llamamos “vigorosos”. Siendo animales capaces de abarcar conductas por encima de sus posibilidades, correrán más de lo que puedan, saltaran más de lo que saltan... y todo acompañado de una gran fuerza y entrega incomparable.
Osados e intrépidos (perspicaces): aquí contaremos con su actitud y aptitud a los que denominaremos “cotillos”, ya que su afán de obtener información y conocer todo lo misterioso y difícil hará que se introduzcan en túneles oscuros, tubos con o sin salida, etc. Y todo ello en su justa medida, ya que de ser una intrepidez descontrolada pasarían de salvar vidas “conscientemente” a perder la suya inconscientemente. Deben ser animales activos o con una actividad interior de gran calidad.
Perros duros: con esto no quiero decir insensibles, sino una capacidad innata de dureza y resistencia, ya que los agentes externos son una prueba difícil de superar. Animales sensibles en situaciones como fuegos, cristales, escombros, etc. No son aconsejables para esta labor, ya que podrían poner en peligro además de la vida de la víctima, la de su guía y la suya propia.
Resolutivos: a mi modesto entender, ésta sería la capacidad innata más importante, ya que de su capacidad de encontrar soluciones a los problemas que se les presenten en pleno rescate dependerá el éxito de la operación. Deben estar bien condicionados desde pequeños, tener apego a su guía, etc. No nos olvidemos de la herramienta “reina” del perro, su olfato, que es la más necesaria en esta actividad de búsqueda, por lo que cuidaremos de su aparato respiratorio tanto como de su corazón o su vida. Estos animales viven con sus guías normalmente para estar en una perfecta conexión familiar.
¡Gracias por vuestra labor! ¡Guauuuuuu!

Ruth Gonzalez Liria

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