La inmigración es positiva para las economías de los países receptores, en España los inmigrantes representan en el 12,2% de la población.
Los extranjeros residentes en Madrid ya suman 462.343 habitantes, y a falta de la actualización trimestral en 2020 supone el 14,1% del total. El pasado año los habitantes de Madrid superaban los 6.662 millones de habitantes distribuidos por toda la comunidad. Los distritos con más población inmigrante son “Centro con un 22,84%, Usera con un 22,07%, Villaverde con el 19,59% y Carabanchel con el 19,37%.”
Estos datos son una realidad, los migrantes también son golpeados por la pandemia doblemente aunque sean un colectivo minoritario respecto al nativo. Tienen la vida partida, sufren a la distancia y también lo hacen aquí. Pero en plena epidemia se sabe poco de los afectados. Las cifras no lo reflejan, no se sabe cuántos migrantes han sido contagiados, curados o muertos sin importar su país de origen pero que están establecidos en situación administrativa regular o irregular” en España. El Gobierno solo da cifras totales, sin distinción por lo cual por el momento parece una cuestión muy difícil de cuantificar.
Lupe es Boliviana de nacimiento, y española por elección, cuarenta y pico años, dos hijos. Su pareja actual es Hassan de nacionalidad marroquí. Una familia diferente por decir algo, Lupe lleva ya diez días en el Hospital de campaña de IFEMA y después de pasar momentos muy difíciles después de ser positiva en coronavirus, actualmente se recupera favorablemente.
Pero Lupe no olvida los momentos después de haber dado positiva del COVID-19 “me invadió el llanto” añadiendo con amargura que - la impotencia, los dolores y el sufrimiento - estuvieron a punto de derrotarla. “Lo peor es cuando te pones a pensar y no duermes, no descansas”, piensas en todo y en todos, en tus hijos, en tu familia, “la incertidumbre es lo peor”, no sabes si vas a morir o a vivir a ratos sentía que la vida se le escurría entre las manos, concluye sollozando.
Este es, uno de los muchos testimonios de la experiencia traumática vivida por una migrante como muchas, otros y otras se han quedado en el camino. Ser inmigrante en Madrid es harto difícil, sus aportes son poco reconocidos y casi siempre…nunca. Pero cuando los intereses se ven afectados ahí están los inmigrantes siempre dispuestos. El gobierno de España ha anunciado que impulsará la contratación de cerca de “200 trabajadores extranjeros del sector sanitario en situación regular, ante la crisis del Covid-19.”
Pero estas medidas del Ejecutivo no se reducen al ámbito de la salud, también están en la agricultura con este motivo se contratara a “trabajadores residentes legalmente en España y extranjeros de 18 a 21 años a los que se les podrá dar el permiso de trabajo para llenar el vacío de mano de obra faltante en el campo para la cosecha 2020.”
Por otro lado, todos los estudios que se han realizado tienen algo en común: la inmigración es positiva para las economías de los países receptores. Los inmigrantes representan en el 12,2% de la población española, según un informe de La Caixa, el 30% del crecimiento del PIB entre mediados de los años noventa y la primera década de este siglo fue consecuencia del asentamiento de inmigrantes..
El efecto de la crisis sanitaria y una recesión económica apareciendo en el horizonte seguramente se cebará con esta población vulnerable y en riesgo. Un futuro tan incierto que coloca en manos de los gobernantes la posibilidad de construir desarrollo y futuro pero contando con ellos. La inmigración siempre ha sido un salvavidas temporal que ha solucionado problemas, no la ha creado
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