Las enfermedades no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de todas las muertes a nivel mundial.
Pero que es una ¿ENT? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la sigla corresponde a la definición de “Enfermedades No Transmisibles o Crónicas” que son afecciones de larga duración con una progresión generalmente lenta. De esta manera la organización mundial destaca cuatro tipos principales: las enfermedades cardiovasculares (los infartos de miocardio o accidentes cerebro vasculares); el cáncer; las enfermedades respiratorias crónicas (la neuropatía obstructiva crónica o el asma) y la diabetes.
En el caso de los enfermos de diabetes en España, un informe de la Sociedad Europea de Diabetes, y los resultados del estudio epidemiológico di@betes demuestran que el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de españoles.
De ellos, casi 3 millones ya estaban diagnosticados pero 2,3 millones, el 43% del total, desconocían que padecían la enfermedad, el número de afectados según edad y sexo revela que entre los 61 y los 75 años el 29,8% de las mujeres y el 42,4% de los varones presentan diabetes tipo 2, porcentajes que ascienden al 41,3% de las mujeres y el 37,4% de los varones de más de 75 años.
Esta situación es solamente un ejemplo. En los otros casos su incidencia también es destacable. Las enfermedades no transmisibles representan con diferencia la causa de defunción más importante en el mundo, pues acaparan un 63% del número total de muertes anuales. Las (ENT) matan a más de 36 millones de personas cada año. Cerca del 80% de las muertes se concentran en los países de ingresos bajos y medios.
En este entendido la OMS subraya que los servicios de prevención y tratamiento de las enfermedades no transmisibles (ENT) se han visto gravemente afectados desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, según una encuesta que encargo el organismo internacional y que fue realizada en 155 países durante un período de tres semanas en mayo, confirmó que el impacto es mundial, pero que los países de ingresos bajos son los más afectados.
Según el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud esta situación es muy preocupante porque las personas que viven con ENT corren un mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19 y morir.
La OMS ha subrayado que los resultados de esta encuesta confirman lo que llevan diciendo los países desde hace varias semanas “Muchas personas que necesitan tratamiento contra enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes no han recibido los servicios sanitarios y los medicamentos que necesitan desde que comenzó la pandemia del COVID-19”.
De esta manera indica que la principal constatación es que los servicios de salud se han visto parcial o totalmente interrumpidos en muchos países. Más de la mitad (53%) de los países encuestados han interrumpido parcial o totalmente los servicios de tratamiento de la hipertensión; el 49% los servicios de tratamiento de la diabetes y las complicaciones conexas; entre otras.
Por otra parte el organismo internacional revela que no es sorprendente que parezca existir una correlación entre los niveles de interrupción de los servicios de tratamiento de las ENT y la evolución del brote de COVID-19 en un país. Los servicios se interrumpen cada vez más a medida que un país pasa de registrar casos esporádicos a una transmisión comunitaria del coronavirus.
Por lo tanto los gobiernos deben adecuar y precisar cada vez más las medidas para que los afectados de las ENT no sean afectados y encuentren soluciones alternativas para que en caso de un rebrote del COVID-19 puedan seguir siendo atendidos con normalidad por los sistemas públicos de salud de los países.
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